lunes, 26 de septiembre de 2016

De acuerdo con los planteamientos de Ardoino (2001), para construir una propuesta articulada de evaluación de la docencia, es necesario partir de la necesidad de responder a dos postulados básicos: hacer de la función docente y su evaluación, una práctica regulada institucionalmente, e instrumentar además, un tipo de evaluación que considere los aspectos referentes al sentido y a la pertinencia de la misma (García–Cabrero, 2002).
García–Cabrero y Navarro (2001) plantean que el análisis de la práctica educativa debe ser abordado en su totalidad y proponen tres niveles para ello: el nivel macro, que incluye las metas y creencias acerca de la enseñanza, y las rutinas típicas de actividad utilizadas por el profesor; el nivel meso, que contempla las estrategias pedagógicas y discursivas empleadas para introducir los contenidos del curso; y el nivel micro, que comprende la valoración de los aprendizajes logrados por los alumnos.
El tipo de evaluación educativa propuesto en el presente documento, considera que el análisis del pensamiento y la acción docentes deben ubicarse en el marco de un proyecto institucional en el cual la actividad docente y su perfeccionamiento ocupen un lugar preponderante; dicho análisis debe ser el eje rector de un proyecto de evaluación de la práctica docente. Esto implica la necesidad de contar con un marco de referencia más amplio (García–Cabrero y Espíndola, 2004) en el que es necesario considerar los diferentes momentos de realización de la práctica educativa: planeación, desarrollo y evaluación, concebida como el espacio en el cual se puede confrontar el proyecto institucional, es decir, las metas y políticas institucionales, con las acciones docentes propiamente dichas.
La propuesta presente, pretende estructurar un esquema de análisis de la práctica educativa/docente y contribuir con ello, al análisis de los aspectos necesarios para su evaluación. La propuesta parte de la premisa de que el desarrollo de programas de evaluación/formación docente, deben promover un trabajo reflexivo en los profesores, acerca de su acción docente, con la intención de mejorar los procesos de enseñanza y de aprendizaje.

La práctica educativa no se da antes de que se reflexione sobre ella, se da como una acción consciente, deliberada, si no se parte de este principio, frecuentemente se asocia exclusivamente con la escuela; el hecho educativo es anterior a las instituciones de enseñanza.
La práctica educativa, como práctica deliberada persigue fines explícitos, por lo tanto no debe confundirse el hecho educativo con la idea tradicional de educación "a sistemática", al tener propósitos claros es necesario hablar de una enseñanza sistematizada donde interviene un nivel de reflexión, o de análisis.
La práctica educativa deliberada la ejerce una institución en un intento de hacer planeada, organizada y eficaz la educación para que se convierta en una práctica efectiva coherente con sus propósitos. La función de la práctica educativa se ve con mayor claridad relacionándola con las estructuras sociales; con las instituciones, con sus planes y programas, teorías y acciones, pero también con el contexto social y económico para comprender las causas que generan problemas específicos; ejemplo la deserción escolar, los alumnos de ciertas zonas urbanas interrumpen su escolaridad, resultará indispensable conocer las condiciones económicas y sociales en que viven estos alumnos para comprender porque se genera el problema de deserción, por separado hablé de la violencia intrafamiliar, que puede ser una de las causas, otras causas que explican este problema habría que buscarlas en el medio social o en la escuela; perniciosa o no, se está ejerciendo una práctica educativa; otro caso, la televisión, sabemos que ejerce una profunda acción educativa, porque transforma la mentalidad y actitudes de los sujetos, esto se explica, porque en manos de ciertos sectores de la sociedad, es usada como un medio de promoción para el consumo de bienes y en función de esta finalidad sea explícita o no, se organizan todas sus actividades, se entiende que un medio de comunicación masiva como lo es la TV ha desarrollado de manera eficaz una tarea de influencia sobre la gente, porque el medio mismo forma parte de un aparato económico-comercial que actúa independientemente de lo que se proponga y haga una institución escolar o familiar.